Si uno buscase el término “alfombra” en internet, encontraría entre muchas que es un cobertor de suelo, usado en un principio para proteger del frío a los habitantes de un espacio.
A partir del aporte de la cultura persa, la alfombra se volvió un objeto de “glamour” principalmente por su confección artesanal y el uso de la seda dentro de su materia prima.
En el año 2011 SEYO propone su definición de alfombra: “No sólo es importante la técnica que se usa para hacer un objeto sino también el diseño del mismo y las sensaciones que éste ocasiona”
Las técnicas de tejido de mayor valor usadas en Perú, para fabricar una alfombra, son artesanales. Un arte heredado y nacido en las comunidades más antiguas del país, que es parte escencial del valor del producto. Sin embargo, nuestra materia prima y nuestras técnicas no son lo único que hacen de una alfombra, una obra de arte.
Si bien en ciudades como Lima, el frío no es tan intenso como para usar una alfombra como elemento de calor, consideramos que el propósito de nuestras alfombras es marcar un estilo completando la unidad de un hábitat haciéndolo armonioso ya que ayuda a definir espacios sin necesidad de muros, biombos u otros cerramientos, sin embargo su protagonismo se reclama solo, siendo casi del mismo peso que el de un cuadro o el del color de las paredes.
Y no menos importante es el echo de transmitir sensaciones a través del diseño de las alfombras, ya que son las formas, texturas y colores del diseño los que causan las sensaciones dentro de un usuario. En SEYO contamos con un staff de profesionales que se inspiran en diferentes aspectos percibidos por todos pero explotados por pocos. Permitiendo así disfrutarlos de una ambiente de forma diferente y original.
Por todo lo expuesto anteriomente, SEYO propone que una alfombra ES hoy una obra de arte que además tiene tu propio seyo personal, porque te invitamos a formar parte de la creación y armado de una alfombra, de tu obra.
Define tu estilo. Crea tu alfombra.
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